Te invito a escuchar el Podcast de La Rueda

Comentarios, entrevistas, cultura, cine recomendaciones de películas y mucho más. Hoy destaca el tema de los murales en conmemoración de los 100 primeros años de este esfuerzo pictórico en México. Participan: Maricarmen Delfín (periodista y escritora), Martín Blázquez (Cronista de Coatepec, Ver; Jorge Enrique Escalona (escritor y actor); y Alberto Calderón P. (Columnista, escritor y editor).

Tesla 3 / Tesla un gran desconocido

Nikola Tesla es el gran desconocido. Promociones enteras de ingenieros salen de las escuelas sin saber de su existencia, mientras se dedican a construir centrales hidroeléctricas, grandes y pequeños motores, sistemas de distribución de alta tensión, redes inalámbricas, estaciones de radio y mil artilugios en cuyo nacimiento la

sobrexcitada mente del croata, en mayor o menor medida, tuvo que ver. Como si el hombre se hubiera transformado en su obra, como si hubiera disuelto completamente su identidad en ella. Y en cierta forma, quizá sea ese el mayor homenaje que pueda recibir quien aspira a cambiar el mundo: que lo que ha creado pase a formar parte tan inseparable de la vida de la gente que ni siquiera sea capaz de reparar en su existencia. De ahí que su nombre lleve camino de abandonar la carnalidad para convertirse en algo intangible e indefinible. Apoyada, sobre todo, en el aura de misterio que envolvió su figura en sus últimas décadas de vida, y en el culebrón conspiranoico que se formó en torno a sus papeles per- didos, supuestamente ocultados por el Gobierno americano (hasta el FBI, en su página web, ha tenido que incluir esa incautación como uno de los diez mitos más difundidos sobre la actividad de la agencia), la 

figura de Tesla se ha convertido en un molde que puede rellenarse a voluntad del consumidor. Si pocos años después de su muerte hubo quien proclamó que en realidad no era de este mundo (sino, más concretamente, de Venus), hoy vemos cómo se le relaciona con los grupos más heterogéneos: los que denuncian la existencia de tecnologías misteriosas utilizadas por los gobiernos para manipular el clima y hasta los terremotos, defensores del vegetarianismo extremo, budistas, creyentes en la parapsicología… El rastro borrado del paso de Tesla por el mundo deja un hueco en el que los perfiles posibles se multiplican, hasta el punto de convertirle en el mayor filántropo o el más peligroso de los villanos.

Serie de tres publicaciones extraídas del libro Yo y la energía del autor Miguel A. Delgado. Publicado sin fines de lucro, solo motivado por la divulgación de este importante científico.

Tesla 1 / EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD

 No siempre la condición de visionario adorna a quienes se dedican a la ciencia y a la tecnología. Una intuición genial se esconde habitualmente tras horas de trabajo, y en muchas ocasiones es la simple casualidad la que orienta una investigación. Tesla era un gran trabajador, qué duda cabe, capaz de vivir literalmente en su laboratorio cuando era necesario, y numerosos testimonios hablan de su poca necesidad de dormir; lle- gaba a hacer bromas a costa de Edison, que supuestamente también era insomne, aunque Tesla decía haberlo sorprendido en algún momento durmiendo a pierna suelta en su estudio. Pero el trabajo, desde luego 

necesario para que cualquier invento llegue a buen puerto, era solo la última parte del viaje: antes, en su cabeza ocurrían cosas, y cosas mucho menos ortodoxas que las que les suceden al común de los mortales.

Tesla 2 / Infancia

Sin embargo, Tesla no asociaba su primera experiencia de la electri- cidad con esas potentes demostraciones de la naturaleza, sino con una mucho más cercana, que le habría sucedido cuando solo contaba con tres años de edad. Por entonces, la aldea entera había quedado cubierta por una gran nevada, y el pequeño Niko permanecía en casa junto a sus padres. Se acercó entonces a Mačak, el gato de la familia, con el que pa- saba la mayor parte del tiempo, y acarició con fuerza su lomo. Para su sorpresa, del pelaje del animal comenzaron a salir destellos, y el pe- queño observó, sin habla, cómo al roce con su mano, del pelo del gato surgía una cascada de chispas perfectamente audibles. Probablemente, muchos niños se asustarían, pero el pequeño Niko simplemente miró a su padre esperando una respuesta al extraño 

meno que estaba observando: —No es nada, es solo electricidad, lo mismo que ves sobre los árb les en una tormenta. Mi madre parecía encantada. —Deja de jugar con ese gato —dijo—, puede provocar un incendio. Yo pensaba de manera abstracta: ¿es la naturaleza un gato gigante? Y si es así, ¿quién le acaricia el lomo? Solo puede ser Dios, concluí. No exagero al referir el efecto de esa noche maravillosa en mi imag nación infantil. Día tras día me preguntaba qué era la electricidad y no encontraba respuesta. Ochenta años han pasado desde entonces y todavía me pregunto lo mismo, y sigo siendo incapaz de responder.

A Story of Youth Told by Age, una historia escrita por Tesla para la niña de ocho años Pola Fotić, hija del embajador yugoslavo en Estados Uni- dos, Konstantin Fotić, con la que compartía un común amor por los gatos.

Jorge Luis Borges en su obituario / Por: Alberto Calderón P.

Decía el periódico The New York Times hace 36 años en uno de sus titulares: “Ha muerto Jorge Luis Borges, un maestro de la fantasía y la fábula”, y detalló que “el cuentista, poeta y ensayista argentino, considerado uno de los mayores escritores de América Latina, murió ayer en Ginebra, donde había estado viviendo desde hacía tres meses”.

Así como ese rotativo, muchos otros en el mundo recibimos la noticia el 14 de junio de 1986. Una de las figuras literarias más destacadas de la literatura latinoamericana.

El portal los escribas lo recuerda con este poema

El enamorado

Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.

crédito de la imagen: Infoabe.com

ARREBATO / Autor: Alberto Calderón P.

En lo alto, una nube se posa un instante en su viaje incierto, cambiando la claridad de la mañana con matices de tenues sombras, disfrazándose de distintos animales solo vistos en sueños profundos, la luz se acompaña de trinos ofreciendo armonía al cielo, la parvada vuela en todas direcciones planeando entre las construcciones antiguas, un pequeño pájaro parece hacer un espectáculo de equilibrio en el alambre tendido entre dos postes, su curiosidad le hace bajar a un balcón en busca de comida mientras es observado por una estatua peluda de ojos como gotas de miel, solo su sombra fue testigo del salto felino, las alas del diminuto se abrieron huyendo en forma vertical, el encuentro en el aire entre dos especies con distinto propósito fue visto por una mariposa amarilla que indiferente siguió su curso.

El silencio interno se rompe con un ruido extraño, una maceta cae, el gato se escabulle entre las patas de una silla buscando alcanzar el refugio bajo la cama más cercana, huye. Se escuchan las pisadas subiendo el laberinto de caracol hacia la intimidad de las alcobas, la mujer de zapatillas cenicientas vio pasar veloz un pedazo de nube, algo notó bajo sus bigotes de moño ralo por lo que se da a su búsqueda para saber que trae entre dientes.

El blanco felino sigiloso y calculador, aprisiona un pájaro en su boca que no ha dejado la existencia, no se resigna a abandonar el paraíso, apenas aleta tratando de zafarse del estrujaniento que no le permite la libertad, aferrándose con todo a la vida. Ayelen finalmente lo acorrala haciendo que suelte la presa, toma el ave entre sus manos, le sopla en el pico, el plumífero lastimado parece poco a poco regresar a su estado natural, el gato maúlla desconsolado por el arrebato del trofeo que atrapó con habilidad. No quiere resignarse a perderlo, sigue de cerca con la mirada a la mujer que le quitó su presea, en algún lugar de su mente siente aun la emoción por haber satisfecho su instinto, en una fracción diminuta de tiempo pierde de vista el destino del canario y la joven mujer, en posición de sigilo busca inútilmente, su olfato confunde el rastro por los aromas que suben provenientes de la cocina, cerca del lugar el ave aturdida, indecisa se sacude esos momentos de angustia, se para nuevamente sobre el barandal del balcón antes de emprender el vuelo, tras una experiencia que no podrá compartir.

Kimba resignado, olvida el triunfo y regresa al mundo de su solitaria existencia, se echa junto a la ventana donde un rayo de sol también se tiende sobre el piso ahora iluminando,  acicala su cuerpo, los dos reconocen la inmensidad de su espacio y su eterna soledad.

Del libro “Las espiroquetas” mismo autor.

Escuchemos un cuento de Vicente Leñero con su voz, en el aniversario de su natalicio

Vicente Leñero

Nacimiento en Guadalajara el 9 de junio de 1933

Estudio periodismo en la Escuela Carlos Sptién García. Fue becario del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid en 1956 y, a finales de la década siguiente, del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Guggenheim. De sus obras destacan Los albañiles (1963), Estudio Q (1965), El garabato (1967), Redil de ovejas (1972), el evangelio de Lucas Gavilán (1979), Asesinato (1985) y la vida que se va (199). Dramaturgo, periodista, escritor y guionista de cine y televisión. Su carrera periodística comenzó en la revista Señal, y fue director de la revista Claudia de 1969 a 1972, de Revista de Revistas de 1973 a 1976, y subdirector fundador del semanario Proceso.

En 1958 obtuvo el Premio Universitario de Cuento con el texto “La polvareda”. Por la novela Los albañiles (1963) recibió el Premio Biblioteca Breve Seix Barral; le otorgaron el Premio Xavier Villaurrutia por La inocencia de este mundo y el Premio Nacional de Letras en 2002 por su trayectoria literaria. En Los periodistas, una de sus grandes obras, se conjuga la investigación exhaustiva, el relato y la reconstrucción testimonial. En 1997 recibió el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que organiza la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Información extraída de la página de CONACULTA

DINAMISMO Y TALENTO / MARICARMEN DELFÍN DELGADO

La pintora y poeta Blanca Vargas, reconocida en la ciudad como una gran artista plástica cuyo talento ha trascendido fronteras, no se detiene en cuanto a su actividad cultural ya que constantemente está participando en exposiciones de obra, lectura de poesía, encuentros literarios y aportando sus conocimientos a la sociedad.

Hace unos días se mantuvo muy activa en la gira “III Galería Internacional de Arte y Cultura 2022” organizada del 16 al 19 de mayo por la poeta María Dolores Reyes Herrera, desarrollada en Zumpango en el estado de Hidalgo, donde trabajó con alumnos de escuelas primarias en diversas actividades como pintura, creación literaria, modelaje en plastilina y resina, y teatro.

Y en San Juan Teotihuacán en el Estado de México, con alumnos de escuelas secundarias, donde se implementaron a las actividades ya mencionadas, el taller de lectura y poesía, fotografía y periodismo.

Enhorabuena por esta incansable y talentosa artista que pone en alto el nombre de la ciudad y de nuestro estado, nacional e internacionalmente.

Imagen: Blanca Vargas, fotografía propia.