PASAJEROS INVOLUNTARIOS / Maricarmen Delfín Delgado

Viajar es como un sueño, es transportarse a otros mundos, es adentrarse en el espacio privado de culturas, territorios y pensamientos, absorber el entendimiento ajeno que al mismo tiempo es el nuestro, ya que más allá de nacionalidad, raza y religión, la esencia humana es la misma pues todos luchamos por la supervivencia diaria, todos sufrimos, todos buscamos la felicidad y todos amamos. Tal vez la forma de hacerlo sea diferente pero el fin es el mismo.

El viajero sacrifica la comodidad de estar en casa por la aventura que el destino planea para él, pues lo que se traza como objetivo se va modificando con situaciones fortuitas que el azar maneja como una botella lanzada al mar sin saber dónde encallará. Así, la travesía se convierte en una colección de días alegres, tristes, absurdos, mágicos, oníricos, sorprendentes, lentos y acelerados, que como cuentas de un rosario bendito pasan uno a uno por las manos del viajante para dejar una huella indeleble en su espíritu.

Al reflexionar sobre las situaciones que aparecen en el recorrido hay la sensación de que le pudieron suceder a otras personas en este y en otro tiempo, como en un sueño en el que la historia toma un camino impredecible donde el final es incierto y los sentidos se dejan llevar sin rumbo fijo; el viajar sin aferrarse a un plan estrictamente marcado da la oportunidad de disfrutar con holgura los momentos emocionantes no planeados.

Muchas veces se viaja por necesidad, por opción o por deseo, pero viajar no es solamente hacer turismo, es romper la rutina de lo cotidiano, conocer y experimentar en mano propia las historias aprendidas tiempo atrás y tomarle sabor con la experiencia vivida. Es medir nuestra capacidad y nuestros límites, se convierte en un ejercicio de paciencia, audacia, habilidad y tolerancia al convivir con extraños que coinciden en la misma situación y en un mismo espacio, para convertirlos en amigos, hermanos y hasta confidentes en un territorio donde ellos son lo único que nos recuerda nuestro terruño y nuestra cultura.

Viajar es un aprendizaje constante con equivocaciones y aciertos, ayuda a recuperar la mirada curiosa de la infancia en las alas de otra perspectiva, abre nuevas puertas a la imaginación. Es amanecer cada día de manera diferente y en distintos lugares mostrando tu lado amable a personas con las que nunca has convivido, compartir la mesa y espacios con otros viajeros de gustos e inquietudes similares o distintos a ti, hacer concesiones y amistades.

Después de cada viaje la vida cambia, nunca será igual, regresamos con un cúmulo de experiencias que dan lugar a una nueva historia personal, con la mente abierta  al descubrirnos a nosotros mismos, valorando y agradeciendo a la vida todo lo experimentado con los cinco sentidos, con la melancolía que queda al regresar después de la inquietud que sentimos al inicio de la aventura , donde hacemos un recuento de los momentos más que de los días, recordando el instante  en que soltamos las amarras y las velas para que el viento favorable que sopla el destino nos llevara a nuevos puertos.

El avance en la historia de la humanidad se debe en parte a los viajes y a sus viajeros, hombres que no sintieron miedo a enfrentar lo incierto con el afán de encontrar algo diferente en sus caminos y saciar el instinto de conocimiento propio del ser humano, dando como resultado el acervo cultural y científico origen de lo que hoy somos y tenemos.

Durante siglos la humanidad ha viajado, lo ha hecho en el sentido amplio de esta palabra, con dos puntos esenciales de todo recorrido: un inicio y un fin. Se hace directo sin detenerse y no retornar, podemos incluir alguna parada; hacerlo redondo para volver donde empezamos, iniciar en un punto y regresar a otro diferente al de inicio, o quedarse a mitad del camino. La vida misma es un gran recorrido con un destino final inevitable, seguimos un itinerario sujeto a cambios haciendo escala muchas veces sin planearlo para finalmente concluir este gran viaje en territorio incierto.

Al no poder viajar físicamente, se hace con la mente imaginando, conversando, escribiendo historias y leyendo, así se ha manejado desde siglos atrás pues la literatura es un gran viaje donde se mezclan el pensamiento propio con el del autor, travesía compartida que nos vuelve uno solo, simbiosis espiritual, amalgama de emociones, metáfora imprescindible como justificación para darle sentido a la existencia. El viaje se vincula con temas diversos para darles mayor sentido y encontrar la paz, la felicidad, la riqueza, el amor, el terruño añorado o prometido.

En muchas obras encontramos viajes físicos mezclados  con la trama finalizando al momento de terminar la historia: viaje interno, para llegar a la reflexión por medio de la meditación y encontrar la respuesta; viaje espacial, donde se rompen los límites terrestres por medio de la ficción; viaje al infierno o inframundo, tocando la delgada línea entre la vida y la muerte, la inmortalidad del alma y a veces de la carne; viaje mítico, con dioses y seres mitológicos sorteando todo tipo de adversidades.

Viajar por el tiempo es otro tema socorrido por la literatura donde se refleja el deseo del ser humano por retroceder y al mismo tiempo ir más allá de su realidad con el fin de enmendar lo que hoy es irremediable.

Otro viaje que para unos es placentero, para otros incorrecto y algunos más mortal, es el que producen los estimulantes, donde el equipaje que se carga es emocional. Mejor hagamos un viaje astral y conectémonos con nuestro Yo Superior.

Así vamos y venimos, con maletas, con mochilas, con sueños, con esperanzas, con tristezas, para escapar de la existencia real, o simplemente sin llevar nada; sin percatarnos que somos pasajeros involuntarios de la casualidad.

mcarmendelfin@hotmail.com

Imagen: Internet, sin fines de lucro para difusión cultural

TRASPASANDO LA LÍNEA / Maricarmen Delfín Delgado

COMENTARIO A LA OBRA LA DELGADA LÍNEA, DEL LIC. JULIO MÉNDEZ VALLEJO

Hoy como tiempo atrás, el ser humano ha sentido la necesidad de comunicar, de transmitir su historia de vida y todo lo que acontece a su alrededor, con el fin de trascender y dejar testimonio de su existencia y que la huella de su paso por este mundo no desaparezca. Así la pintura rupestre y los jeroglíficos son producto de este sentimiento de compartir las vivencias propias y ajenas, pasando de la transmisión oral a otro modo que las perpetuara como testimonio. De esta necesidad nació el periodismo y en el siglo XXVIII los primeros periodistas.

La creación literaria ha sido un acto natural en todas las épocas de la humanidad, donde se conjugan esa necesidad espiritual con la imaginación, la inspiración y la belleza de la palabra dando por resultado imágenes mentales que nos cuentan historias, reales y ficticias, apoyadas en lo tangible, bañadas por la magia de la ficción.  Entre ellas hay una fina línea como hilo de seda que las separa y finalmente las une con imperceptible puntada percibiendo la realidad como fantasía y la ilusión literaria como verosímil.

La unión entre la literatura y el periodismo se percibe desde las primeras obras escritas en centurias pasadas, en relatos que describen acontecimientos con pinceladas literarias, crónicas que platican hechos de interés colectivo con rigor informativo aunado al valor literario, antecedente de la novela reportaje. No modela una realidad a partir de la ficción, sino da carácter de ficción a la realidad, así la fugacidad de noticia periodística genera permanencia con la recreación literaria. Hoy tenemos la oportunidad de constatarlo con la excelente obra que aquí nos ocupa, ópera prima del Licenciado en Comunicación Julio Méndez Vallejo, en la que se reafirma la estrecha relación, la complicidad que existe entre ambas disciplinas, donde su habilidad narrativa, ligera, amena, directa, nos deleita y convida las experiencias en diversos planos de su vida. Como todo buen comunicador, recopila,

analiza, marca claramente su punto de vista para dejarlo asentado finamente en la narrativa que fluye y se desliza gracias al tinte literario de su escritura.

La delgada línea, recopilación sui géneris de trabajos de crónica periodística amalgamados armónicamente con narrativa personal, lo que le da un tinte muy especial pocas veces visto en otras obras de este tipo; precisamente la crónica periodística es el género de referencia para la narrativa informativa actual.

Esta obra toma una arista diferente y valiosa, tanto en la forma como en el fondo, su maquetación es muy original, a diferencia de otros autores, decide sustituir la numeración arábiga consecutiva de cada página por símbolos propios del manejo fotográfico, de acuerdo al tema tratado, iniciamos la lectura con el correspondiente al círculo de imagen el cual cambia de forma al avanzar las páginas, aparecen a la par de la historia narrada diferentes íconos, de luz, de paisaje, de sombra, macro, nocturno, en fin, variados al igual que la temática, diseño que es fiel reflejo de su pasión por la actividad que ha desempeñado desde muy joven, capturar en una imagen la esencia del hecho, ser un experto en la fotografía.

Pero no solamente en el fotoperiodismo se distingue nuestro autor, con este trabajo literario demuestra su habilidad narrativa, su capacidad para describir de una manera clara y con lenguaje sencillo fragmentos de su historia personal, íntimos y muy propios, sacarlos del valioso cofre de los recuerdos y compartirlos como parte de un sentido testimonio, entrelazando temas diversos, ya sea anécdotas políticas, aventuras juveniles, hechos cotidianos, sucesos policiacos, momentos de alegría, de tristeza. Llama la atención el entretejido literario con el que arma sus relatos haciendo uso de recursos como la narración enmarcada y tramas paralelas, para finalmente dar como resultado una crónica periodística. La Literatura y la Historia dieron origen al periodismo, que se apoyó en el género literario de la crónica, debido a la libertad y subjetividad del trabajo informativo surgió la crónica periodística entendiéndose como un género híbrido, así lo define Alex Grijelmo, explicando que ésta toma elementos de la noticia, del reportaje y del análisis.

El trabajo de Julio Méndez encaja perfectamente dentro de la definición anterior, el uso de la primera persona abona aún más la hibridez del género, ya que es la característica primordial de la narrativa personal. Así se arma el entramado literario de la obra tratante, tomando historia, noticia, testimonio y análisis del suceso.

El inicio del libro coincide con el inicio de una vida, el comienzo de una historia de mucho amor, del bebé dentro del vientre materno que siente las angustias y sacrificios de la madre y que sería el preferido del abuelo. La vida también se parangona con el periódico, al pasar las hojas nos colocan en diversos lugares, a veces en primera plana, en sociales, en policiaca, en política, en deportes, cubriendo eventos diversos. Todos hemos recibido una visita inesperada, sorprende, más si es la de los padres en nuestra escuela sin motivo aparente, no asusta, pero preocupa. Programas sociales y políticos fraudulentos, pobreza, época donde palabras como: Conasupo, tortibonos, Liconsa, daban un poco de esperanza a la tristeza. Desde las primeras páginas ya estamos dentro del mundo periodístico del autor.

La familia siempre será el referente de origen para contar alguna anécdota personal, de ella surgimos, es el crisol que nos amalgama emocionalmente, al compartir nuestro acontecer familiar nos brindamos a los demás, Julio se entrega en cada relato con fragmentos tan íntimos que el lector enseguida reconoce y valora la personalidad que lo caracteriza. Su madre, a quien dedica la obra, aparece por momentos en algún renglón, su esencia se desliza entre estas páginas, María Antonia sigue siendo la columna emocional que lo sostiene. Su padre, persona trabajadora, responsable y honesta, valores de su formación que lo caracterizan como la persona que hoy conocemos.

Al avanzar en la lectura nos sorprendemos nuevamente, para continuar tenemos que rotar el libro, el texto ahora se encuentra invertido, semejando la imagen espejo de una cámara fotográfica, otro punto a favor de su originalidad, éste marca la segunda parte igualmente interesante, con títulos que llaman la atención nos introducen al contexto político de una manera digerible entrelazados con la infaltable anécdota personal, característica esencial de este compendio, muestra inequívoca del talento innato que define al autor, además de periodista, como potencial escritor.

Como soporte de esta aseveración, diremos que más de la mitad de la obra escrita de José Martí y dos tercios de la de Rubén Darío se componen de textos publicados primeramente en periódicos, ejemplo de la interesante y estrecha relación que se produjo entre poesía modernista y crónica; de igual manera Gabriel García Márquez sobrevivió los primeros años antes de ser consagrado publicando su trabajo en periódicos y revistas. Autores como ellos contribuyeron a acuñar el concepto que hoy se reconoce como un género de prestigio: la crónica periodística literaria.

Hoy tenemos la oportunidad de disfrutar de una obra propia de este género, valiosa colección más que de textos, de reflexiones, aderezadas con el certero análisis tan necesario cuando de política se habla, pero, sobre todo, de sentimientos compartidos, como se percibe los titulados: Nada extraordinario llega a la vida de los mortales separado de la desgracia, La delgada línea entre un hombre y una mujer, y Sortilegio, lecturas que calan la consciencia. En El tufo de la corrupción está implícita la honradez, Frontera Norte es el despertar del sueño americano, y cómo una Despedida de Soltero es el lugar idóneo para que el comandante Marcos sea el foco de atención. En Cambio de rumbo el autor hace uso de la prosopopeya para ejemplificar claramente su mensaje, de igual manera en La caída del sistema emplea el sermocinatio para dar oportunidad a los innombrables de justificar sus actos.

Nuestra reconocimiento y felicitación al autor por este excelente trabajo narrativo, por compartir en cada escrito parte de sus experiencias, por obsequiar al lector imágenes de vida, por permitirnos, al conocerlo como escritor y como persona, traspasar esa delgada línea. Enhorabuena querido Julio.

ARENA DEL MANANTIAL / Reciente obra de Maricarmen Delfín Delgado

Igual que el manantial que brota con la frescura transparente, como el nacimiento de la vida que emana de lo profundo de las montañas, así se presentan los recuerdos, que con destacada claridad nos comparte Maricarmen Delfín. Los múltiples momentos que nos ofrece en estos textos, van del relato de experiencias de antaño al recuerdo lejano de emblemáticas y robustas Araucarias que buscan el cielo, dejando el sur del continente, regalo que se arraigó en esta tierra hasta convertirse en símbolos citadinos con una existencia de más de cien años, hoy son referentes en distintos puntos cardinales. Otras frondosas especies desprenden sus hojas en otoño, como las que dejó don Guillermo Prieto donde plasmó sus recuerdos de las visitas a nuestra ciudad, que también enriquecen este libro, sus cartas siguen siendo vigentes al discurrir el tiempo, con su pluma fue integrando su gusto por calles, sabores y gente en esas memorias.

Maricarmen destaca los personajes que han pasado por esta población asentada bajo el cerro del Macuiltépetl, reconociendo la belleza de la naturaleza, de las flores y sus hermosas mujeres como un jardín idílico, dejando huella perenne gracias a su pluma, conocimientos o  palabra, esto ha servido para dar constancia del Xalapa de antaño, lleno de grandes próceres de la educación, unos nativos, otros venidos de lejanas tierras, pero todos grandes formadores de generaciones haciendo sólida la cultura en nuestra ciudad.

De forma sencilla, por momentos poética, pero, sobre todo, expresando su cariño, su amor a la ciudad que la vio nacer, nos presenta estos momentos de la vida entre la tradición y la modernidad xalapeña. Los invito a deleitarse con estas páginas que nos unen, nos ofrecen un sentido de pertenencia sobre ésta, nuestra amada tierra.   

Alberto Calderón P.

Arena del manantial es una breve selección de los innumerables textos que han sido producto del trabajo periodístico de la autora y que por varios años ha escrito para diferentes medios informativos. En cada uno de ellos relata, muy a su estilo, diversos pasajes de la historia de la bella ciudad de las flores. Con su hermosa prosa poética nos lleva a un interesante viaje a través del tiempo para conocer la historia, construcción, costumbres y tradiciones de la bella ciudad de Xalapa, que como ella menciona, es una ciudad con apellido, pues como todos sabemos su nombre completo es Xalapa de Enríquez. Maricarmen Delfín Delgado, en complicidad con su fina pluma, relata de forma, por demás amena, los inicios de la ciudad, cómo se fue formando, de dónde llegaron sus primeros pobladores, de qué manera se construyó; para más adelante hacer mención de personajes xalapeños que han sobresalido en la política, la historia, la cultura, el arte y la religión, entre otras actividades. También nos ilustra sobre el auge cultural que tuvo Xalapa a principios del siglo XX gracias a uno de sus gobernantes que fue amante de las expresiones culturales. En este rubro, la autora hace énfasis en la importancia de la Universidad Veracruzana y la Orquesta Sinfónica de Xalapa, íconos representativos de esta pequeña gran ciudad. Otro apartado que aborda con deliciosas letras es la comida xalapeña, considerada como patrimonio cultural gracias a su gran variedad de colores y sabores, tanto dulces como salados; sin dejar atrás la importancia del café y espacios de tradición que ofrecen degustar tan aromático y delicioso líquido, algunos aún mantienen sus puertas abiertas; así como las panaderías de se han destacado por su antigüedad y calidad en la elaboración de sus productos. Maricarmen, como auténtica xalapeña, no puede dejar de hacer mención sobre algunas de sus vivencias en el barrio en que creció y experiencias acaecidas en el transcurso de su vida, ella ha inundo esta obra de historia, nostalgia, alegrías y mucho amor al Manantial en la Arena.

Blanca Vargas

Imagen de la portada: Casa tradicional xalapeña, óleo de Alberto Calderón

VERSOS DE PIEL / Maricarmen Delfín Delgado

OBRA POÉTICA DE LA MAESTRA MARU TRUJILLO

La autora expresa su sensibilidad de una forma peculiar, rompe con la forma tradicional en cuanto a la temática, con símbolos pocas veces usados construye su poesía, no le habla al amor con cursilería, lo siente, lo vuelve cotidiano, ese lugar común que todos dejamos pasar inadvertido, poetiza la realidad, la tiñe de reflexión.

Con una cuidadosa selección de palabras, de sonidos que calan la piel y entran por los poros, en una combinación de susurrantes voces, inyectando el mensaje como una aguja hipodérmica, como la vacuna subcutánea para inocular la memoria, lo hace la poeta.

La piel, termostato de nuestras emociones y sensaciones: miedo, ansiedad, felicidad, excitación, el frío y el calor, cambia de textura con los estímulos internos, mentales, como las imágenes y las palabras; esas palabras que trastocan los sentidos, catalizadoras del placer, constructoras de imágenes estimulantes, amorosas, de delicada voz.

La piel como lienzo, como protección emocional, como un disfraz (cambio de piel, lobo en piel de oveja), como la dulce capa que envuelve el fruto, que se ruboriza, que se acaricia, que se muerde, que se besa, la cortina que oculta nuestra debilidad; como piel femenina, frágil, que se hiere, pero cicatriza.

Pero también viaja al interior, hacia los adentros de la dermis, donde cada poeta comprende y se compenetra con su mundo y su naturaleza, en una suerte de viaje que sirve de puente para conectarse con el mundo y la naturaleza exteriores.

Su poesía es una nueva forma de contar la vida, de narrar, de compartir su esencia a través del poro literario, el mundo, su mundo, en una con versación íntima con una irrupción verbal que sutilmente sacude, con propósito de la  belleza específica del momento en pocas palabras, podemos decir que es su forma de expresar la sensibilidad actual.

En su obra encontramos poemas cortos como fotografía del momento, haikús del cotidiano ya que habla de la naturaleza : sol, aire, el medio día, un haikú que no respeta la estructura tradicional que se ve afectado  bellamente para deleitar al lector. El uso de los sentidos toma una importancia especial, la fuerza de la palabra es reforzada por el encabalgamiento, dando la sensación de una asfixia literaria, del vacío temporal que desemboca en el mensaje. Da vida a lo material, a lo etéreo, a lo abstracto por medio de la prosopopeya y la metáfora que como en todo trabajo literario y poético no debe faltar

Esta exploradora dérmica emprende un periplo hacia las honduras de sí misma, va hacia adentro de los pliegues de su subjetividad, hacia el interior de las palabras, del lenguaje, vuelve a colocarse temperamental y sentimentalmente al ras de su propia piel. Emprender un viaje piel adentro a través de su poesía es echar mano, sin duda alguna, de una imagen para intentar decir algo sobre sus versos, y estas imágenes son irreductibles a cualquier explicación.

En sus versos encontramos la simbiosis entre elementos naturales y sensaciones humanas, al leerlos sentimos cómo se transforma la piel en poema, en distancia, en arena, en mar, cómo se funde para llegar a ser miles de palabras cálidas, en ojos, en miradas, en agua, en abrazos, en colores, en mensajeras pestañas, en torbellino momento de felicidad.

Fina arena, Versos de piel, Tu camisa blanca, Matices de distancia, Sentimiento de manta, Choque, Bonsái, Frente a mí, son algunos de los títulos que calarán la piel del lector.

Imagen: Fotografía de la portada por Maricarmen Delfín Delgado

LAS LETRAS Y SU FIESTA/ Maricarmen Delfín Delgado

Xalapa se caracteriza por ser la metrópoli de la cultura, podemos encontrar múltiples expresiones de todos los géneros: literatura, danza, teatro, música, pintura, por citar algunos. Para fortuna de los habitantes de esta ciudad, contamos con la reconocida labor que hace la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Xalapa, encabezado por el empresario Ricardo Ahued Bardahuil, siempre apoyando y difundiendo todo lo referente al rubro.

Este 28 de enero nuestra ciudad disfrutó del evento artístico literario “Fiesta de Letras” que se realizó en el Centro Recreativo Xalapeño, organizado por la Red de Escritores por el Arte y la Literatura con el invaluable apoyo de la directora de Cultura licenciada Karla Montano Rocher, y el director del CRX licenciado Israel Zúñiga.

La cita fue a las 16:00 horas con la interpretación de la hermosa melodía composición de Agustín Lara “Veracruz”, coreada por el numeroso público asistente, seguida por décimas alusivas  a nuestro hermoso estado por el doctor Rolando García, para de inmediato iniciar con la  primera mesa de lectura con destacados participantes como la maestra Elba Prior Domínguez, el escultor Héctor Cabañas, el periodista Julio Vallejo, la arquitecta Concepción Arenas, la poeta Isabel Bautista y la intervención virtual del maestro y escritor Mario Millán Soto.

Siguiendo con el programa se disfrutó de la magnífica voz del tenor Javier Vitela Pabello, interpretando hermosos boleros que fueron del deleite de la concurrencia, para después dar paso a la segunda mesa compuesta por la poetiza Ely Núñez, la pintora Renatta Vega, el periodista Antonio Medina, el poeta Ángel Granados y la poeta Fabiola Muñoz. Nuevamente se degustó de un entremés musical para posteriormente disfrutar de las lecturas del poeta Juan Del Ángel, el poeta Carlos Eduardo Lamas, el escritor José Bastide, la poeta Maru Trujillo, cerrando con broche de oro la maestra María Rosa Muñoz escenificando un divertido sketch teatral.

Enseguida la cuarta mesa compuesta por la escritora Sandra Gallardo (invitada especial) presidente de la Unión de Escritores del Golfo compartiendo prosa poética, el escritor Enrique Escalona del Moral (invitado especial) con cuento, la doctora Haydé Zamora autora de poesía y literatura infantil, el escritor Javier Vitela quien presentó un cuento apoyado por la actriz Mónica Melgoza quien dio vida al personaje principal, cerrando esta singular mesa el escritor y periodista Alberto Calderón, presidente de la red (REAL) coorganizadora  del evento, compartiendo cuento y narrativa. Armonizando el final de las intervenciones los poetas Ángel Granados y Carlos Eduardo Lamas interpretaron “Noche de luna en Xalapa” motivando a que sonara nostálgica en las voces de los asistentes, ya que se considera el himno de todo xalapeño.

Tuvimos la fortuna de admirar al actor egresado de la UNAM Víctor Hugo Márquez (invitado especial) que nos sorprendió con la magna escenificación del Soliloquio de Segismundo de Calderón de la Barca, dejando a la asistencia con una grata sensación, para dar paso a la quinta mesa con poesía y ensayo de las plumas del escritor Ernesto Sánchez, la pintora y poeta Blanca Vargas, el escritor Edgar Landa y la L.M.I. Maricarmen Delfín Delgado.

Emotivo momento se vivió en la entrega de los reconocimientos a cada unos de los participantes, de la mano de personalidades de la educación y la cultura xalapeña como la distinguida maestra veracruzana Julieta Jiménez Torres promotora del fomento a la lectura y la cultura en nuestro estado, la licenciada Rafaela Díaz Rivera delegada estatal de la CONALITEG, y de la licenciada Rosario Cruz Rodríguez en representación de la licenciada Karla Montano.

Como toda fiesta, participantes e invitados, cantaron y bailaron entre globos y bocadillos para culminar este visto evento, donde las letras bailaron, actuaron, cantaron y contaron para deleitar al alma y al cuerpo. 

Imagen: Integrantes de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura A.C. de Xalapa, Veracruz.

mcarmendelfin@hotmail.com

EN NUESTRAS MANOS/ Maricarmen Delfín Delgado

El cuerpo humano es la gran obra de la naturaleza, es la maquinaria creada por el Universo con un funcionamiento de gran perfección, todas sus partes tienen un trabajo específico, nada sobra y nada falta. Piezas importantes de este ensamblaje son las manos, extensiones del cerebro y, poéticamente, también del corazón. Sin ellas la especie humana no hubiera evolucionado, gracias a la posición del dedo pulgar podemos sujetar objetos, acomodar el lápiz para escribir, sostener los cubiertos, tocar, acariciar, palpar, etcétera.

Es difícil concebir una vida placentera sin las manos, aunque hay personas que carecen de estos miembros y se adaptan para sustituir sus funciones, para la mayoría el uso de las manos es imprescindible y tal vez no lo valoramos en su justa dimensión. Nuestras manos están en constante movimiento, desde que despertamos hasta la hora en que conciliamos el sueño y el descanso, ellas no dejan de trabajar, siguen el ritmo de las sensaciones cerebrales, presionan, rascan, mueven sábanas y frotan nuestros ojos.

Con movimientos de gran precisión logran que salga la esencia de los instrumentos musicales convertida en notas, salvan vidas en un quirófano, acomodan en la boca del bebé el seno que lo amamanta, son vasija para beber y plato para comer, puño que defiende y otras veces agrede, trasmiten apoyo e identidad apretando con fuerza, calman con una palmada, consuelan con una caricia, dan amor y placer.

Con las manos se habla mediante el lenguaje de señas, herramienta importante para la comunicación entre personas sordas o mudas; todos usamos códigos de señas cuando no podemos o queremos hablar: con un dedo sobre los labios indicamos silencio, con el índice señalamos o identificamos, con movimientos laterales negamos o rechazamos, moviéndolo hacia nosotros indicamos acercamiento, con el puño cerrado expresamos poder o coraje, manos entrelazadas o juntas solicitamos, en ocasiones con una seña ofendemos o despreciamos.

Las manos también son utensilios de medición con una unidad llamada palmo, se mide en línea recta del pulgar al meñique variando por el tamaño. Para las personas invidentes las manos son medio de comunicación con el mundo que los rodea pues con el tacto identifican objetos, palpan texturas y leen mediante el sistema Braille desarrollando una gran sensibilidad en sus dedos. Mediante el masaje terapéutico se logra sanar física y emocionalmente, aquí la habilidad para imprimir sobre el cuerpo la fuerza y la delicadeza con las manos depende de las necesidades del paciente. Para realizar todas estas actividades que requieren precisión, el cerebro debe estar seguro y es por eso que constantemente nuestros ojos siguen a las  manos.

La habilidad para realizar actividades con la mano derecha, izquierda o con ambas da lugar a que nos clasifiquen como diestros, zurdos o ambidiestros. La piel que cubre las manos es diferente a la del resto del cuerpo, es más suave y no cambia de color, la piel en la punta de los dedos es gruesa y sensible, alberga las huellas dactilares, marcas de identidad únicas en cada persona. Una cuarta parte de la corteza motora cerebral está dedicada a controlar exclusivamente el movimiento de las manos. La tercera parte de las atenciones en salas de emergencia son por accidentes en las manos, en el tema laboral dos tercios de todos los casos involucran a las manos.

La terapia Reiki consiste en colocar las manos del terapista a una distancia muy corta del cuerpo del paciente para transmitirle mediante las palmas la energía vital universal, se utiliza para lograr el equilibrio físico y emocional para sanarlo.

La quiromancia es un proceso adivinatorio por medio de la lectura de las rayas en la piel de las manos con el objetivo de definir la sicología y la personalidad del analizado.

En la punta de los dedos se encuentran más terminaciones nerviosas que en otras partes del cuerpo, 17,000 corpúsculos aproximadamente responsables del tacto se dispersan en las manos que son el principal manipulador del medio físico y de conexión con nuestro cerebro. Esa sensibilidad se traduce en placer, las manos tienen un papel importante en el erotismo, el simple roce entre las palmas estimula el lívido, la acción de los dedos sobre labios, espalda, orejas y demás zonas erógenas desencadena una serie de sensaciones placenteras.

Son tema cotidiano, constantemente las mencionamos cuando pedimos que nos echen una mano, o cuando ya quedamos a mano, si no se ve bien hay que darle una mano de gato, o si le hace falta otra mano de pintura; también hay cosasútiles que son de segunda mano. Si no lo aprovechamos es que se nos fue de las manos, a veces sin darnos cuenta se nos pasa la mano, la solución está en nuestras manos. Para distraernos jugaremos una mano de póker y si ganamos podremos pagar la mano de obra.

Ahora pongamos manos a la obra para disfrutar del tesoro que las extensiones del cerebro y del corazón nos brindan constantemente. Lo dejo en tus manos.

Imagen: Internet, Las manos de la creación de Adán y Dios, Miguel Ángel Bounarroti

mcarmendelfin@hotmal.com

ORIGEN Y VARIEDAD / Por: Alberto Calderón P.

La lejanía del tiempo nos lleva al antiguo dios de la mitología griega Eón, los romanos lo toman para si como un dios supremo, imparcial, es la representación misma del tiempo eterno sin principio ni final.

Así es la cronología del ser humano, no se sabe realmente cual fue su inicio y hacia a donde se dirige, estamos aquí ahora después de miles de años, somos partícipes de una fracción de la evolución de la tierra y de nuestra especie. La tierra para formarse lo que ahora vemos, se necesitaron miles de millones de años, en principio de nuestro sistema solar y por ende, de este nuestro planeta, una vez instalada, surgió un fenómeno hasta el momento único, la vida. Somos tan pequeños y lejanos a otros astros que no sabemos si existe vida en otros: planetas sistemas solares, galaxias e infinidad de formas astronómicas que descubrimos mientras la ciencia avanza a pasos agigantados para ver, no para ir a lugares remotos de nuestro universo. De lo que si estamos seguros es que en el nuestro se gestó entre los 4500 y 3500 millones de años, las bacterias y arqueas ellos fueron los primeros en llegar, organismos unicelulares y los estromatolitos, ellos fueron los primeros en liberar oxígeno mediante la fotosíntesis. La evolución condujo a la oxigenación de la atmósfera, sin embargo, ya existían las primitivas formas de vida antes de la llamada gran revolución del oxigeno hace unos 2500 millones de años, los organismos se empezaron a multiplicar con la presencia del oxígeno que les sirvió a su metabolismo, esta evolución generó organismos multicelulares y que se especializaron las células en funciones específicas, especializadas.

Pero que tiene que ver el origen de la vida explicada de forma tan general, con las flechas petrificadas, pues verán menciona el genetista francés Andre Langaney en su libro por cierto muy bueno, ameno y recomendable La historia más bella del hombre. Cómo la tierra se hizo humana. Menciona que el hombre no desciende del mono, dice categórico que el hombre es una variedad de mono, del que nos hemos querido desligar desde siempre viéndolo como un salto evolutivo en la historia del ser humano, agrega que nuestros genes son idénticos a los del chimpancé. La historia del hombre inicia haca más o menos unos seis mil años con nuestros antepasados el gorila y el chimpancé, para darnos una idea podemos decir que compartimos información genética con los plátanos, las moscas, para ser más específicos con los conejos tenemos una similitud den un 80% de nuestro ADN, pero si vemos el humano comparado con el chimpancé la similitud es de un 999 por 1000, con esto vemos que nuestras especies son muy cercanas. Por sorprendente que parezca significa que para evolucionar a lo que somos actualmente pasamos por linajes que compartieron nuestros ancestros de los prehumanos, pre gorilas y pre chimpancés como lo mencionan los investigadores franceses Bernard Dutrillaux y Jean Chaline. Bajo esta premisa podríamos determinar que nuestras células contienen información genética de nuestros antepasados recientes, pero también de nuestra especie, un ejemplo de ello son el caso de algunos embriones en el vientre de la madre que a las tres semanas desarrollan una cola que posteriormente desaparece, de igual forma lo hacen las branquias, como vemos estos y otras manifestaciones de nuestros antepasados se activan y desactivan en algunas personas. Interesante punto de vista sobre la evolución de nuestra especie. En la siguiente entrega veremos las diferencias evolutivas de nuestra raza analizada desde “los rayos petrificados”.

Xalapa2000@hotmail.com

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores A.C. (REVECO).

Miembro de la Red de Escritores y Artistas por la Literatura. A. C.

EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS INSECTOS / Por: Alberto Calderón P.

Nuestro planeta y la evolución de los seres vivos se encuentra lleno de sorpresas, millones de imágenes recorren a diario revistas, periódicos y otras fuentes de divulgación sobre los hombres y mujeres, rostros, piel, tamaño, atuendos, miradas, destrezas y muchas otras características físicas, emocionales y de conocimiento.

También los animales terrestres, acuáticos y voladores nos fascinan: sus vidas, comportamientos, su riesgo de extinción, pero poco, diría que muy poco mencionamos a los insectos y cuando lo hacemos nos referimos a ellos en forma despectiva, principalmente los que rondan nuestro entorno, sin saber que también juegan un papel importante dentro de la cadena evolutiva y cíclica de los seres vivos. Si hiciéramos una gran asamblea de animales e insectos para preservar el habitad natural, perderíamos por una aplastante mayoría ya que los insectos son muchísimos dentro de la diversidad, se estima que existen entre seis y diez millones de diferentes variedades de insectos, es valioso mencionar que por permanencia en el planeta, también llevan la delantera, algo así como 400 millones de años.

Afortunadamente siempre existen los interesados por estos temas como los entomólogos, pero una de las pioneras en estos conocimientos fue una niña, si María Sibylla Merian nacida en 1647, quien se dedicó desde su niñez a observar los insectos, en un inicio lo hizo con los gusanos de seda, siguió con las mariposas, recolectaba orugas para observar su transformación en bellos ejemplares alados así lo siguió haciendo hasta que 31 años después publicó su primer libro titulado La oruga: Maravillosa transformación y extraña alimentación floral. En 1699 viajó a Surinam donde permaneció dos años que dedicó en cuerpo y alma al estudio de los insectos de la región culminando con la publicación del libro. Metamorfosis de los insectos de Surinam. Ese maravilloso mundo donde un mismo cuerpo se despliega para convertirse en otro ser en dos espacios distintos, el primero terrestre y una vez transformado volando en el espacio.

Les comento que el biólogo Donald Irving Williamson en 2003 publicó El origen de las larvas, con una tesis radical en donde menciona que su aparición se debe a la fusión de dos especies distintas emparentadas lejanas, no se trata de fenómenos aislados ya que existe una variedad de estas mutaciones, principalmente entre los invertebrados marinos. Que surja en un inicio la larva como parte del genoma de una de las especies y posteriormente su transformación con las características del otro ser nos habla de este tipo de evolución. Menciona el investigador la hibridación desempeñada desde las etapas primitivas de la vida, hasta la evolución de varios grupos de animales.

Como en un acto de reflexión menciono que siempre tenemos presente la muerte en nuestras vidas como una obsesión, aunado a la decadencia y el declive del “yo”. No valoramos nuestra capacidad de gestación que ofrece la vida con nuestras formas y una infinidad de otras tantas. Así como una bellota se transforma en un hermoso y robusto roble, un huevo en un ave, el agua en una nube, lluvia. Nuestro ser fusionado con otro seguirá preservando parte de nosotros de nuestra vida, así como nosotros preservamos la de nuestros ancestros.

Xalapa2000@hotmail.com

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores A. C. (REVECO)

Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura A. C. (REAL)

ÁFRICA SIN CADENAS / Maricarmen Delfín Delgado

COMENTARIO A LA OBRA DE LA DOCTORA MARTHA ELSA DURAZZO

La esclavitud aparece a la par de los  primeros humanos en el planeta, los expertos en el tema han hallado evidencia de ello, lo mencionan como la captura de integrantes de otro grupo para servir en las labores de caza y trabajos pesados en beneficio del jefe del clan esclavizador en la prehistoria ; el hecho de someter a un ser humano en contra de su voluntad ha existido en todas las épocas y en todas las culturas, por ende, a la par debió haberse concebido el concepto de libertad, sin embargo, no figuraba en la mentalidad de ambos involucrados (esclavo y esclavizador).

La palabra libertad apareció por primera vez en el año 2,400 a. C., plasmada en un cono de arcilla con escritura cuneiforme que representa al Código de Urukagina de Lagash, como Ama-gi, que significa “manumisión de esclavos”; dicho código se considera el primer documento jurídico que quedó fijado en la escritura, ya que expresa claramente que se crea para combatir la corrupción y la injusticia en esa ciudad, como el primer intento jurídico para defender los derechos humanos.

En el siglo XVI, España, Francia, Portugal e Inglaterra fueron los países que más practicaron el esclavismo, primeramente, con los nativos de las Américas y años después invadiendo el continente africano, donde lo hicieron de la misma sanguinaria forma que aquí ya lo habían hecho. África, el continente del sufrimiento perpetuo, tierra rica en recursos con una población mayormente pobre del mundo.

Los historiadores que tocan el tema nos hablan de aquella época algunas veces con narraciones cercanas a la verdad, algunos autores más minimizando los hechos, pero la realidad sobre el sufrimiento y dolor narrados no se comparan con lo vivido en ese momento, sólo viajando en el tiempo, volviendo al pasado, lograremos saber, mejor dicho, revivir aquel terrible drama en carne propia. Gracias a nuestra viajera Inter dimensional nos convertimos en testigos y al mismo tiempo protagonistas de la cruda historia que había permanecido oculta ante nuestros ojos.

Somos un país multiétnico, nuestros orígenes son el resultado de una amplia mezcla de razas iniciada con la invasión española que alteró la pureza indígena con la sangre europea, más tarde por el contacto con las personas procedentes de África en calidad de esclavos, esta combinación sanguínea creció, creó una genética con características singulares predominantes hasta la actualidad, la mayoría de nosotros somos descendientes de pobladores africanos, llevamos dentro la tercera raíz, la que nos induce inconscientemente a pensar en ese pasado intrigante.

Así le sucedió a ella, la atracción por ese mar dónde navegaron cientos de embarcaciones cargadas de todo tipo de mercancía, la sumergió en sus cavilaciones, la llevó a penetrar a través de las páginas de un libro con sonidos de negritud, al centro mismo del escenario que se convirtió en el crisol donde se mezclaron la sangre, la humillación y la dignidad de una raza tan fuerte como el color de su piel.

La obra que hoy nos ocupa, nos lleva de la mano a recorrer un territorio devastado por la ambición y la barbarie, donde a pesar de imperar la fuerza de la maldad extranjera, sus pobladores luchan inútilmente para defenderse, con la consecuente pérdida de la vida y de la libertad a los que sobreviven a las despiadadas agresiones.

Martha Elsa Durazzo nos deleita nuevamente con su muy peculiar estilo, plasma con suave escritura la fuerza que le caracteriza imprime su personalidad en cada párrafo, la tinta lleva la esencia de una mujer sabia, conocedora de su actualidad pero también del pasado, con el que entreteje la realidad vivida y la historia cimentada en la investigación y la intuición.

La esclavitud como eje primordial de la novela, es planteado con tinte de veracidad, aunque se trate de una narrativa del género fantástico, ubica esta realidad claramente en un entorno de imaginación, viajamos con ella de un mundo a otro como en un sueño que al unísono se convierte en real, invitando al lector a sentarse junto a las protagonistas principales para sentir en la propia piel las sensaciones descritas.

La importancia de hablar sobre esclavismo y población africana llegada a América, es punto de partida para hacer una necesaria reflexión, como lo consigue la autora  al avanzar la trama, este fenómeno de migración involuntaria permeó la estructura social de la época de la Colonia, ya que se estima que entre los siglos XVI y XIX llegaron al continente americano cientos de miles de habitantes sacados con violencia de África para ser vendidos como esclavos en todo el territorio, dando origen a un tercer mestizaje obligado y circunstancial,  herencia genética que sobrevive hasta la actualidad.

En África sin cadenas, viajamos acompañando a los personajes, mujeres que denotan inteligencia, valentía y fortaleza, poderosas como toda mujer lo es, lo que autora marca en cada acción plasmada con claridad en el desarrollo, con imágenes claras describe la belleza del entorno, caminamos entre veredas, escuchamos el canto de las aves, el rugido de felinos, el baritar de los elefantes, percibimos el vuelo de las águilas en la cercanía. Con su diestra pluma nos hace testigos de la barbarie, de la violencia, de las transgresiones que los captores aplican para adueñarse de esas vidas, de esos cuerpos, de su humanidad.

En medio de un torbellino de fuertes emociones, sintiendo indignación, impotencia y rechazo por aquellos hombres que torturan, violan despiadadamente y asesinan sin distinción, Martha nos brinda un descanso, apoyada en la anacronía nos permite ir de un contexto a otro, de la época donde se desarrollan los cruentos hechos a la tranquilidad cotidiana que comparte la narradora, con saltos en el tiempo nos hace partícipes de dos historias, de dos épocas, de dos vidas, entrelazadas por la magia espiritual y la magia de la escritura.

Cabe mencionar que nuestro estado es uno de los lugares donde más se concentró la población negra, existen datos que dan cuenta del fuerte vínculo de Veracruz con África, al ser el punto de comercio entre Europa y América, reforzado por la necesidad de esclavos que sustituyeran a la población indígena que menguó a causa del maltrato y las epidemias, para trabajar en plantaciones y labores domésticas, así como en otras actividades denigrantes.

Como connotada escritora e investigadora, su pluma revive, mediante la narrativa de ficción, el origen de un gran personaje, prácticamente desde la gestación hasta la etapa que lo ubica como singular libertador, a través de las vicisitudes y hazañas de la madre, que ante la muerte del progenitor y rey de la tribu, recibe el mensaje y la fuerza sobrenaturales para llevar a buen fin el destino del príncipe esclavo;  hechos que el lector siente vivir llevado por habilidad envolvente de la escritora.

Magia y realidad entretejidas, escenas de paz interrumpidas por el peligro, hechos entintados por el carmín de la sangre que corre inevitablemente; el papel del intruso blanco en tierras ajenas a su origen, ya fuera como invasor llamándose conquistador, como esclavizador o como parte de una sociedad asentada por conveniencia en estas tierras. En el avance de la trama, los personajes van tomando su lugar histórico, la dama de sociedad rodeada de la servidumbre negra con una vida de lujos pero intrascendente, el hombre casado sin amor pero por conveniencia, el comercio de todo tipo incluyendo al ser humano como mercancía, la degradación de la persona por su origen racial, el catolicismo como tarjeta de presentación social pero solapante de actos inhumanos e inmorales.

Martha Elsa nos regala esta excelente novela de ágil lectura y disfrutable ambiente literario, obra que lleva implícitos significados de las virtudes humanas como el valor a través del león, la fuerza con la figura del elefante, la audacia e inteligencia evocando al pensamiento como vuelo de águila, la entereza de la mujer como leona amorosa y al mismo tiempo agresiva para defender a los suyos. Llama la atención el manejo de la narradora como personaje en un juego de identidad a veces propia, otrora como la clarividente viajera en el tiempo y el espacio.

África sin cadenas, testimonio novelado en una conjugación de necesidad añeja, tributo a la herencia cultural y genética, rescate literario de la libertad secuestrada.

PIENSO, LUEGO ESCRIBO / LA REVOLUCIÓN. OTRA VISIÓN / Por: Akiles Boy*

Sin ninguna aspiración a ser historiador, desde la primaria me atrajo la historia, sin importar que en esa época se reducía a un ejercicio de la memoria. La estricta profesora Chelo, de cuarto grado, la imponía como primera actividad de la jornada escolar, una plana de la efeméride del día. Así descubrí el gusto por la historia y sus personajes. Pocos años después, caí en la cuenta de que había una “Historia Oficial o Institucional”, la de los textos, la sagrada e incuestionable, la que los educadores de antaño enseñaban en las aulas. Pero, había otra diferente, la que escribían aquellos acuciosos investigadores independientes,  críticos o alérgicos al sistema.

Ante el inminente aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, la primera del mundo en el siglo XX, recordé los festejos por la celebración en los pueblos, eran los tiempos de los desfiles deportivos, cuando los profesores e instructores de educación física, con antelación planeaban las tablas o conjuntos de evoluciones en las que participábamos todos, con instrumentos o accesorios como banderas, pelotas multicolores, etc., individualmente o en grupo,  haciendo piruetas o pirámides humanas, en medio de las calles y avenidas donde pasaban los contingentes de las escuelas. En días previos, se hacían la demostración de los ejercicios y ensayos obligatorios.

Era una celebración para prodigar la imagen de los grandes héroes del movimiento revolucionario, que pondría fin a la Dictadura del General Porfirio Díaz. En ese recuento de personajes protagónicos, sobresalían Francisco I Madero, Emiliano Zapata y Francisco Villa, cada uno con la narrativa sobre sus épicas batallas y los ideales que aportaron a la movilización social. Aquella guerra interna con el sacrificio de muchas vidas, mostraría la dramática realidad del País, principalmente en la provincia y campo mexicanos, en los cuales permeaban ignorancia, pobreza y atraso descomunales.

Como todo en la vida, es cuestión de perspectiva, se puede estar al lado de los historiadores que escribieron esa versión oficial, impuesta por el sistema educativo, por medio de la escuela y los docentes que la replicaban y evaluaban el aprendizaje de memoria, evitando la reflexión y la crítica de los aspectos fundamentales de aquel acontecimiento transformador de la situación social, política y económica del País. Esa certeza la tenemos, porque hay coincidencia en la convulsión que vivió México en esos años, a partir de 1910, y hasta su pacificación, al concluir la sucesión de emboscadas y traiciones entre los líderes revolucionarios.

Esa variedad de visiones y versiones de la historia de la revolución ha generado información necesaria para conocer a cada prócer y villano en una más precisa y justa dimensión. De tal manera que siempre habrá apologistas y detractores de Díaz. Madero, Zapata, Villa, Carranza, Obregón, hasta llegar a Elías Calles. Por ejemplo, a Porfirio Díaz se le adjudica haber iniciado el proceso industrial y la notable expansión de las vías de comunicación del País, además de una prolongada etapa de paz social. Sin embargo, es uno de los villanos favoritos, al acusarlo de dictador, por mantener el poder más de treinta años; de represor de los movimientos agrarios y obreros; y por el brutal atraso que desnudó el levantamiento armado, exhibiendo al mundo la miseria que campeaba en el medio rural mexicano.

A una gran distancia, ya se gastó demasiado en tinta y papel, escribiendo, reescribiendo o haciendo historias de ficción sobre la revolución, este modesto escriba o triste pensador, tiene la firme idea de no abundar o profundizar más sobre esa gesta heroica, pero haciendo ejercicio de la libertad de expresión, se permite concluir esta entrega con su particular punto de vista. En la historia oficial, está probado que hay verdades y mentiras, algo equivalente a “La verdad histórica”. Por supuesto, que la revolución hizo evolucionar la vida nacional, hubo una más dinámica movilidad social, al ampliarse el panorama de derechos y oportunidades para los mexicanos, se empezó a reducir la brecha de la desigualdad, marcó el surgimiento de una robusta clase media, y mejoraron las condiciones del campo, la educación y la cultura. Por otro lado, sirvió de estandarte y fundamento ideológico, para una nueva clase política, que ascendió al poder y creó un partido político vigoroso, integrando a los diversos sectores confrontados, y convertirlo en uno de los más longevos del planeta como fuerza hegemónica y oficialista. Por razón de brevedad, aquí termina el texto. Hasta la próxima.

21 de Noviembre de 2022

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.

SOMOS COLECCIÓN DE MOMENTOS / Maricarmen Delfín Delgado

COMENTARIO A LA OBRA POR JAVIER VITELA PABELLO

Fragmentos de vida es el título del libro que fue inspirado a partir del curso de Narrativa Personal impartido por el maestro Alberto Calderón Pérez, es una remembranza de imágenes que han trascendido en el recuerdo, que con las herramientas aprendidas en el curso, se han integrado en este libro cuya emotividad queda delineada formando un bosquejo de figuras que cobran vida y se   manifiestan en nuestro presente.

Recuerdos, todos, que nos remiten a nuestra niñez, adolescencia y hasta vivencias de nuestro tiempo actual son experiencias de vida que se combinan en el crisol de la memoria, los que hacen esa pirotecnia de emociones y que transportan a la actualidad, imágenes que estaban dormidas en nuestro subconsciente.

Relatos como Mi cajón de bolear de, Ernesto Sánchez, evocan una niñez donde la atmósfera y el colorido en la narrativa es tan nítida que nos hermana con el sentimiento de angustia cuando se desfonda el cajón de bolear, o la narrativa de Haydé Zamora titulada El bullicio del silencio, nos atrapa en la fina metáfora con la que fue escrita envolviéndonos en esos silencios de ecos internos que todos alguna vez hemos experimentado.

El primer encuentro con el misterio de la muerte y la tragedia humana aunado al instinto de los que todos en algún momento hemos hecho uso queda patente en la narración titulada Dulce ataúd, amarga predicción. El destino, y las trampas del tiempo que nos van tomando la medida moldeando de manera caprichosa nuestras vidas queda definido en El viaje que duró casi 20 años, de Marissa Molina. El encuentro con viejos amigos que culmina con desencuentro lo podemos identificar en la perfecta escritura de Maricarmen Delfín cuyo título es Encuentro cercano de la tercera edad.

La calidez del hogar y la vida apacible de una persona de la tercera edad con aire de nostalgia, de un matrimonio bien avenido que ha cumplido a cabalidad con su cometido de educar a sus hijos convirtiéndolos en profesionistas lo expresa la narrativa titulada Las Fuentes. Fobias que desde la niñez persisten de manera implícita en nuestro diario vivir, temores ellos, tal vez, sin fundamento que sin embargo de haber tratado de superarlos se han quedado tatuados en nuestra personalidad se describen en la narrativa de ¿Superado?.

Las travesuras de la niñez, que ocasionan daños al vecino mediante el disparo de un rifle de diábolos y es amonestado por su padre y que a pesar de los daños infringidos no tiene repercusiones de tipo monetario, es descrito en el relato titulado El juguete, escrito por Antonio Pacheco. Pertenencias es un claro ejemplo de una familia tradicional mexicana que hace énfasis en el respeto a la naturaleza y en los valores familiares al encontrar disfrute en las cosas con las que cada día convivimos en nuestra cotidianidad, relato de Blanca Vargas.

La capacidad de apreciar en las cosas simples la grandeza que intrínsecamente tienen, colección de inquietudes inherentes a la condición humana y que son el común dominador que persiste en la mayoría de nosotros como complejos que dan ese distintivo a la manera de ser de cada persona, que nos hacen tan particulares son expresadas de manera tan cotidiana que nos acogen en la intimidad de cada participante involucrándonos de manera empática con el sentido de vida de ellos.

En estos trabajos sustentados por las técnicas narrativas aprovechadas en el curso se realiza una lectura fácil y amena donde queda patente los sentimientos que distinguen a cada participante del curso, se identifica inmediatamente un estilo particular que hacen el distintivo entre una narrativa de otra.

En esta colección de relatos personales participan convidando experiencias: Ernesto Sánchez y Pérez, José Antonio Pacheco Panamá, Blanca V. Vargas López, María Haydé Zamora García, María del Rosario Ortiz Pérez, Gabriel Sánchez Hernández, Marissa Molina Prior, Elba Prior Domínguez y Maricarmen Delfín Delgado, donde cada autor nos comparte sus experiencias más sentidas en cada relato, para regalarnos un fragmento de vida.