EL DESPERTAR DE LA CATRINA / Javier Vitela

Despertaba la catrina, ímpetus renovados traía . Su coquetería de cada cien años refrendaba en intenciones de al mundo devastar. Empeñosa era.
Buscaba a sus muertos de antaño en algún Panteón antiguo; la ponían al tanto los muertos ellos. Quejosos siempre de lo molesto de las visitas de los vivientes seres tontos y arrogantes le decían.
Recordados eran los de ahí enterrados, no los dejaban descansar. Dolientes los familiares que los visitaban, difuntos la mayoría de muchos años atrás. Necios muertos, les replicaba la catrina, vean las luces que estrellan las noches profundas. Difuntas son mayormente. Vean las de allende la luna, el grupo ese de estrellas, miles de años difuntas todas. Sin embargo brillantes siguen, pues esperanza nos quieren dar.
Así ustedes necios difuntos que cadaveres quieren en ustedes tener; necias pues las estrellas muertas que se dejan ver. Quieren los muertos dejarse ver. Ingratos no sean y en luz muestrense para derimirles a sus parientes la esperanza de la vida eterna.
Mezquinos difuntos ustedes; imberbes hombrecitos sepultados. Mírenme a mí, catrina en muerte soy y mi disfraz es de
mística belleza oscura. Para a los vivos no asustar; para coqueta yo guiñarles un ojo
y sucumban a mi llevándolos en esperanza
de nueva vida; con la promesa de existencia eterna.

Vamos mis muertos; vámonos, pues los vivos nos quieren hablar para de recuerdos nuestras almas colmar. Sean su luz; sean su destino, pues la vida ya les pesa. Arropense bien. El aliento gélido de los vivos nuestra paz molestará.
Seres enfermos de vida son, curémoslos y sosiego démosles. No entienden que eternamente en inexistencia existirán, es la vida en su inconmensurable pequeñez solo olvido a perpetuidad.

Avasallo la muerte en su hartazgo a la entera humanidad, polvos les regó que pandemia ocasionó, suicidó toda existencia terrenal.
Viajó la muerte a los límites del infinito,
Observándo aquella luz terrenal que en estrella refulgurante se entregaba a ella en esperanza. Contempla ya la muerte a sus difuntos todos. Hilvana una perla más al trasfondo enlutecido de eterna oscuridad.