Wiliam Faulkner en su obituario / ACP

Fue un río desbordado de palabras, una avalancha de agua del Missisipi que invadió las orillas y arrastró todo lo que se cruza en su camino, un caudal que frustra todos los intentos de ser encauzado para frenar sus estragos así fue su escritura. El sureño que amaba los caballos, el tabaco de Virginia y el whisky, escribe con pasión, abriéndose las venas en cada frase. Cada palabra brota de sus entrañas, a veces sucia y agreste, dividida entre el anhelo de orden y la nostalgia del caos primitivo, cuando el lenguaje no se había sometido a la violencia de la gramática y la sintaxis como hoy en día con el lenguaje inclusivo del cual espero no tenga la fuerza suficiente para romper con la belleza de nuestro idioma.

Falleció el 6 de julio de 1962 a la edad de 64 años, dejó una huella perenne en la literatura universal.