La cama me dice -¡Fuera de aquí¡-
yo me resisto, no quiero salir.
Me aferro a las sábanas y cubro mi cuerpo,
me invade el calor por estar aquí dentro.
Cierro mis ojos un breve momento,
tal vez te sueñe y despierte contento.
Mi cama me dice -¡Vete de aquí¡-
más no le hago caso, aquí soy feliz.
Miro la hora y me siento apenado,
son casi las nueve y yo sigo acostado.
Adiós dulce cama. Más bien hasta luego,
llegando la noche solo a ti me entrego.

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
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