LA PRISIÓN DE BASILIO / Autor: Javier Vitela

Preso eres ya basilio. Condenado a inexistir en esta existencia, ya no más la libertad para ti.
Pensabas que tu voluntad era ley; imaginaste un mundo no más allá de donde tu conocías. Circunscribiste el mundo entero en los límites de tu ser. Delinquiste Basilio, mataste. Cual verdugo osaste a placer la vida de otro arrebatar, solo porque no te cuadro; solo por no temerte. No ibas a permitirle que se creyera igual o más que tú. A la Anastasia te quito, aunque ella hacía un año te había terminado. Como iba a ser que a tú hombría reto.
Ahora preso eres de la ley; preso eres en ti mismo. Tendrás ya tiempo para aplacar tu indómito temperamento; sin embargo cual fiera te azotas en lo limites de tu ego. Pero que hombres más necios Basilio,
Mira que pretender fustigarte con sus leyes; mira que imponerte reglas, ellos que no saben de nada. Catrincitos de oropel, mujercitos que nunca se han calado con la fuerza de una bestía siquiera. Tranquilízate Basilio, ya por ti vendrán los justicieros de tu calaña. Con esos si que hasta gusto te dará que te juzguen. Hombres de verdad. Solo ellos tendrán de la muerte tu medida.