Escóndete, ahí viene el poeta loco: ese que los de salubridad vinieron a dejar a su suerte a este triste pueblo; a el como a muchos han venido a abandonar aquí, dicen que no tienen donde atenderlos, fácil se les hace cargarnos de locos. Pero escóndete, no seas tarugo muchacho, la vez pasada te hartó la mente de ideas tontas; ya ni tu primera comunión quieres hacer Ponciano.
Dices que te dijo quesque Dios no es tal cual; dices que te dijo de la mar sus encantos con sirenas que cabalgan en caballos de mar cual amazonas en los llanos, que locura Ponciano seguramente tú el mar nunca conocerás, aquí en las tierras altas vivimos en la pobreza por la sequedad de esta tierra necia que beber no quiere de los cielos. Si vas al mar tus ojos se ahogarán de tanta agua ver, ya le pasó a unos de tus primos que ciego quedo de tanto llorar lágrimas de sal. Mejor escóndete Ponciano y si te atrapa el poeta loco ciega tus oídos y sorda deja tu vista; ese loco seguro te vendrá a hablar que este mundo no es real, con flores y maripositas
Te engañara diciéndote que habitas en el paraíso terrenal, mejor quédate donde estás, póstrate tú en estas tierras altas de tus antepasados, los que jamás escucharon a loco alguno y sepultados aquí quedaron.
Que necesidad tienes Ponciano, mejor quieto quedate jugando con tus canicas de barro que en la tierra rodarán y rodarán pero de ti nunca se irán.