EL AZUCAR, LOS ORIGENES. Parte 1 / Autor: Alberto Calderón P.

Una cadena de acontecimientos se cierne en la historia de la humanidad, quien pensaría que los valores hindúes del Dharma, fueran los orígenes de este adictivo dulce, parecería extraño pero desde tiempos inmemoriales vemos un fenómeno singular con las vacas por todos lados, sin que alguien las moleste, “son sagradas” y esto debido a que en las escrituras de los habitantes de esa región del mundo es considerado como un animal perfecto, debido a su producción de leche ya que se considera que tiene las bondades de calmar y mejorar la meditación, además de ser un animal de gran tamaño, dócil, paciente y afectuoso con sus crías. En las riberas del río Ganges que nace en el Himalaya y atraviesa la India, por cierto es también un río sagrado, se tiene la creencia que al bañarse en sus aguas se purifican en cuerpo y espíritu, bueno pues en sus orillas se desarrolló una caña con la que alimentaban a las vacas que felizmente la masticaban y consumían, con el paso del tiempo la cultivaron expresamente para la alimentación de estos cuadrúpedos, ya saben que la curiosidad es siempre el principio del conocimiento del hombre, y pues también la masticaron encontrando un sabor dulzón agradable, iniciaron un proceso de extracción y los inicios de la separación del bagazo de la miel por medio de morteros. Lo adhirieron a sus alimentos, posteriormente bebieron su jugo. Desconocida en el mundo en su conquista Alejandro Magno en el año 325 antes de la era cristiana llega a regiones de la India haciendo una descripción de la planta mencionando que era “una especie de miel que crecía en cañas”, posteriormente en crónicas griegas y romanas se menciona como parte de una dieta haciendo alusión al nombre con el que se le conoció como sal india o miel sin abejas.

Dioscórides fue un médico y botánico de la Grecia romana, sus aportaciones fueron un manual imprescindible en la Edad Media, en el describía al azúcar como “una miel sólida que se llama saccharum, tiene la consistencia de la sal y es crujiente”, pero es en la Universidad persa quienes se atribuyen el proceso de solidificar y refinar el jugo de caña. Para el año 600 de nuestra era se inicia el proceso de cultivo dedicado a su producción, transporte y comercio, inicialmente a China, era un producto raro, considerado milagroso, muy apreciado con el líquido de la leche y el pan.

A lo largo de los siglos ningún comestible ha sido tan acelerado en su crecimiento como el azúcar, sirvió como estrategia de guerra en las cruzadas, un historiador británico llamado Noel Deer asegura que el tráfico de esclavos llegó a ser de 20 millones de ellos, una cifre impresionante, en 1454 el papa bendice el tráfico de esclavos y a partir de entonces estos hombres son utilizados entre otras cosas de trabajo rudo e inhumano en hacer crecer las plantaciones de azúcar en las Islas Canarias. Carlos V con el producto de los impuestos al azúcar en 1560 construye palacios en Toledo y Madrid.

Tiempo después la corona británica inicia el monopolio del dulce expandiendo su zona de influencia al llevar esclavos hacia el caribe para cultivar la caña de azúcar, en esa zona los esclavos fermentan la caña de azúcar en crudo e inventan el ron (esa es otra historia que contaré en otro momento). A grandes rasgos esa es la ruta de la caña, en el siglo XVIII Francia se consolida como su principal fuente de exportaciones el azúcar.

Terminaré con una cita del filósofo francés Claude-Adrien Helvé: “No llega un tonel de azúcar a Francia sin manchas de sangre. Ante la miseria de los esclavos, toda persona con sentimientos debería renunciar a esas mercancías y rehusar al placer que proporciona algo que solo se puede comprar con las lágrimas y muertes de criaturas desgraciadas”.

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Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).