Retornaste a la superficie una noche llena de estrellas, volviste a este mundo del que nunca te separaste totalmente, los arqueólogos seguían tu pista, la redonda luna subía por la lejana colina con todo su esplendor esa noche etíope, el viento seco esparcía melodías de los Beatles en el campamento. Al iniciar Lucy in the sky with diamonds, una brocha retiro la tierra que te cobijaba, primero asomaste uno de los 52 huesos encontrados, te nombraron “Lucy”. Apenas contabas con dos décadas y veintisiete kilos de peso, nunca se sabrá cuantos hijos tuviste pese a tu escaso metro de estatura. Transitaste este mundo hace tres millones de años. Descansabas placenteramente en el valle del rio Awash junto a otros doce de tus familiares. Pero a partir de ese momento perturbaste las mentes ávidas de recrear tu pasado. Aun sin vida, en 1974 volviste nacer. Nos intriga al saber que por curiosidad bajaste de las copas de los árboles y pasado un tiempo decides erguirte, con solo dos extremidades y la dificultad inicial. Emprendiste un recorrido por el mundo con tus pisadas cada vez mas seguras en esa senda que te trajo hasta aquí.
Alberto Calderón P. Septiembre 2013