Carta de Manolo para Lupita

Carta de Manolo, el español, a lupita, la mexicana

Querida lupita:

Te escribo desde donde yo estoy, ¡aquí! 1,2,3,4,5,6,7, 8…Sé que cuento contigo.

No sabes cuántas ganas tengo de decirte muchas cosas, pero por la emoción se me ha olvidao.

Hoy he empezado a escribir para ti, pero déjame decirte que las tarifas de la luz acá en España están por las nubes, así que he ideado escribirte con tan solo la luz de una vela que me sobró de la última posada. Aunque está pequeña me sirve para alumbrarme. Lo que no sé si tú la vayas a poder leer, ya que estoy casi a oscuras. ¡Te extraño!

Fíjate que, así como me dijiste he empezado a leer poesía. Aunque no se para qué  me servirá, he seguido tu consejo. Deseaba compartir y escribirte sobre otros temas, pero como yo desconozco, mejor no te escribo nada. Te comento que recién he agarrado el libro de un tal Cervantes, que escribió un tal sancho, lo he ocupao para que la puerta no se cierre, ya que últimamente las ráfagas de aire la azotan.

He pensado ir a México a pedir tu mano, aunque pensándolo bien, mejor pediré otra cosa, ojalá y tu padre no se alebreste.

La última palabra te costará trabajo leerlas, ya que la vela se ha derretio y ha caído sobre la hoja, pero no te preocupes no era algo importante.

Aunque pensándolo bien, si debes de leerlo, así que te daré instrucciones para poder derretir la cera, con un fósforo prendido lo pones directamente a la cera escurrida, entonces se derretirá y podrás leer el mensaje. No te preocupes si se quema la hoja, preocúpate que no te quemes tú.

Como ya sé que te cuesta leer, estoy escribiendo despacio.

Espero verte pronto, atte. Manolo.