¡Ah!, ya cerca de casa después de un día desastroso, hoy me sucedió de todo, nunca pensé que el destino me hiciera pasar por tantos malos ratos, todo me lo complicó, de haberlo sabido, me preparo o de plano, no voy a trabajar.
Me quedé dormida por culpa del despertador que no sonó, como ya era tarde no encendí el calentador y tuve que bañarme con agua fría, no hubo tiempo para desayunar, sólo alcancé a poner en la bolsa unas galletas y una manzana. Tomé mi saco y salí. Al llegar a la parada me formé para subir sin empujones, el camión iba tan lleno que no se detuvo, decidí caminar hacia una esquina.
Nuevamente a buscar otro medio de transporte, por fortuna pude abordar un taxi colectivo que me deja cerca de mi lugar de trabajo. Al bajar del auto, descubrí mi bolsa abierta, mi cartera y mi celular no estaban, el pasajero a mi lado los robó, con coraje y tristeza me apresuré hacia la oficina.
Llegué con media hora de retardo, mi jefe molesto no contestó el saludo, con mucha pena me acomodé en mi escritorio; todo iba muy bien, sin contratiempos, hasta que mi computadora empezó a fallar, pedí ayuda pero mi compañera tampoco logró arreglarla, esperé a que terminara sus pendientes para poder trabajar en la suya. En la hora de descanso solamente comí lo que quedó en mi bolsa: galletas y manzana, no tenía dinero para salir a almorzar, aproveché para terminar con los reportes.
El fin de la jornada llegó, le pedí prestada una cantidad a mi amiga para poder pagar mi pasaje de regreso a casa, tomé mis cosas y salí desanimada y con hambre. A media avenida se soltó el diluvio, las calles se volvieron ríos de repente, traté de cruzar para llegar a la parada de autobús, bajé de la acera y la fuerte corriente se llevó mi zapato, no pude alcanzarlo, se perdió en un remolino que desembocaba en la alcantarilla abierta; me quité el que quedó y caminé descalza hasta el autobús, al subir me sentí segura.
Por fin en mi dulce hogar, bañada y dispuesta a cenar, pero antes revisaré el periódico para leer mi horóscopo, no lo hice por la mañana y estoy segura de que ese fue mi error, si hubiera sabido lo que iba a sucederme, me habría preparado.
“Virgo: hoy la suerte está contigo, tendrás un día maravilloso, todo lo que te propongas se realizará sin contratiempos, la fortuna te sonríe ya que encontrarás dinero o recibirás un regalo, también estarás rodeada de personas positivas y amables. Recuerda, los astros lo saben todo.”
Imagen: Internet, Renwuang, óleo DIY
Aún me sigo riendo amiga. Que bien que haya húmor. Tu prosa clara, sencilla, bien ordenada, con tu estilo. besos y rosas. Lo llevare a mi blog. Abrazo grande.
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