Inventor de la aspirina registra el producto el 10 de agosto de 1897. El joven químico sufría al ver las molestias en las articulaciones de su padre, que eran disminuidas por la salicina extraída del sauce, mitigan su dolor paro le crea fuertes dolores estomacales. Encuentra unos documentos olvidados de una investigación no terminada de la salicina y el ácido salicílico y el 8 de agosto de 1897, después de trabajar incansable toda la noche, recoge un polvo blanco, no lo sabe pero acaba de purificar uno de los fármacos más importantes de la historia de la medicina.
