Plana y liza, redonda o cuadrada,
Luces por horas una soledad inmaculada.
Te acompañan bancos, jamugas o sillas la larga espera,
en ocasiones te cubren y visten de gala;
compartes el regocijo de comensales,
eres testigo de sobremesas interminables
o acaloradas discusiones.
Posan sobre tu lomo viandas en un vaivén interminable,
atestiguas el cruce de miradas unas de enojo otras indiscretas,
sobre tu piel se rompen vasos o el líquido se derrama,
tienes manchas, cicatrices de mil batallas,
a tu alrededor se toman decisiones trascendentes,
sientes la pluma de la tarea, el trabajo o la creación.
Te adornan con floreros o fruteros,
sin tu presencia el hogar no estaría completo.
Alberto Calderón P.
Nov – 12- 2019
El bodegón al óleo es de Juan Manuel Jaimes Roy