La plata de mis cabellos
cuentan mis años,
me dicen que estoy viejo,
malhaya con sus dichos,
mi andar apacible corrobora,
mi voz es un tanto trémula,
mis calambres de asoman
al reflejo de mis caminatas
o cuando hago rudas labores.
Todo me grita mis años
para burlarse de mi Otoño.
Bah! Todo miente despiadado,
mi aliada mente me calma:
“manda al diablo los diretes,
sólo es viejo quien lo acepta,
tú y yo andaremos largo trecho
hasta cansarnos de nuestra
jovial aventura de la vida”.
Raúl Silva.
Imagen: elmundo.com