Una vez más somos testigos de presenciar destellantes cambios en la estación más bella de la vida, La primavera.
Los arbustos se revisten de alegría, colores vivos que nos asaltan y llaman la atención, frondosos gigantes se cubren de hojas verdes, las flores se dan la oportunidad de celebrar los cambios notorios en su figura.
Y así un sin número de fenómenos que le dan un realce mayor a esta etapa donde al final de cuentas cada uno la recibe de acuerdo con su estado emocional.
El entorno se siente y vive diferente, la gente sonríe de una manera desmedida, la fauna hace lo propio haciendo lo que más le gusta y quiere.
Este inicio de otro ciclo primaveral es un preámbulo de lo que viene, es el epílogo donde se manifiestan las fulgurantes piezas extraordinarias de belleza que supera por mucho a lo imaginario.
Colores y matices de diversos lineamientos que nos incendian con sus formas vivas, entendiendo y sobre todo agradeciendo a nuestro creador por tan magnífico obsequio.
Inicia la primavera ordenando cada una de las cosas que sirven de marco a esta excelsa etapa en el cual nutre a nuestra vida y sobre todo a nuestra alma.
Se los comparte su amigo de la eterna sonrisa
Edgar Landa Hernández …