A mi querida hermana Josefa Esther.
Muy lejos, más allá de aquellos montes,
Bajo otros muy distantes horizontes
De los que desde aquí la vista alcanza,
Existen seres que amo con ternura,
Existe lo que hiciera mi ventura,
Lo que inspira sueños y esperanza.
Allá van sin cesar mis pensamientos
Todos los días y todos los momentos,
Llenos de fuego intenso que hay en mi alma,
Y allá me impele siempre mi deseo,
Pues nada más allá sentir mi deseo,
Pues nada más allá sentir yo creo
Algunas horas de ventura y calma.
En este suelo la natura ostenta
Su magnífica y grácil hermosura
Que yo con entusiasmo veo y admiro;
Pero tanta belleza yo prefiero
Otra ciudad que con el alma quiero,
Con la que siempre sin cesar deliro.
Por eso a la hora poética y divina
En que empieza la estrella vespertina
A fulgurar en el azul cielo,
Me place hacia ese rumbo estar mirando,
Que otros días transcurridos recordadno
Porque ahora es mi único consuelo.
Publicado en: Joaquín Antonio Peñalosa,
Literatura de San Luis Potosí siglo XIX.
San Luis Potosí, S.L.P., Eds. UASLP 1991, pp . 272-273
Trabajo de investigación de: Oresta López / Varinia Hernández