Se realizaba un festival de purificación el 15 de febrero día de la terminación del templo del rey Lupercus, la conmemoración era una fiesta de purificación, de lavado, de agua. Como parte del acto los hombres jóvenes cortesanos y los funcionarios corrían desnudos por las calles llevando unas correas y como en un juego y carrera iban golpeando a los espectadores que salían a recibir de buena forma algún azote en las manos, se pensaba que esto ayudaba a las mujeres en el parto y la fertilidad. Al festejo se le llamó “fiestas februnas”. Representado por los romanos con una mujer vestida de azul sujetada con un cinturón, protegidas por el rey Neptuno.
