Los romanos pensaban que la vida se renovaba cada siete años y si tu rompias un espejo, tu alma quedaría atrapada en los fragmentos hasta el nuevo ciclo de vida que iniciaba siete años después. De ahí su origen.

Los romanos pensaban que la vida se renovaba cada siete años y si tu rompias un espejo, tu alma quedaría atrapada en los fragmentos hasta el nuevo ciclo de vida que iniciaba siete años después. De ahí su origen.