Muchos de nosotros cuando fuimos pequeños escuchamos el canto de nuestra madres, abuela o algún familiar cercano consolarnos, arrullarnos o simplemente por gusto el canto de:
Aserrín, aserrán
Los maderos de San Juan
piden pan y no les dan
les dan un hueso y se les atora en el pescuezo.
Con algunas variantes dependiendo de la región, pero así es en general y surge de las peregrinaciones que realizaban los católicos europeos a la cuna del cristianismo desde la edad media que se encuentra en Roma, a esas procesiones se les llamó romerías y a los caminantes romeros ya que iban a Roma, así las peregrinaciones de los “romeros de San Juan”, durante su viaje al oscurecer hacían grandes fogatas, una costumbre Celta para “ayudar al sol” al irse este, durante el recorrido iban pidiendo vino y pan y cortando árboles para las grandes hogueras nocturnas, de ahí nació el canto que decía en su versión más antigua:
Aserín, asrrán
Los romeros de San Juan
unos vienen y otros van.
Los que vienen piden vino
y los que van piden pan
El aserrín era por el corte de la madera y este muy antiguo canto popular en algún momento cambio de “romeros” a “maderos”.
Otras versiones se refieren a la antigua canción española y para el poeta español Antonio Machado prefirió el surgimiento a raíz de un juego de adivinanza del siglo VI que en su inicio decía “rocotín, rocotán. Esta otra versión es posible que de el juego de adivinanza pasara al arrullo de un niño.
Imagen: denia.com